Hola Septiembre.
Qué bien verte de nuevo, y no por haber dejado atrás Agosto, él ya sabe que es mi mes favorito, pero me alegra encontrarte otra vez.
La última vez que nos vimos te necesitaba como el aire para respirar hondo, me ahogué en el calor del verano y no supe sacar la cabeza para respirar. Necesitaba de ti como salvavidas.
Esta vez es diferente, ¿sabes?. El resto de meses me enseñaron mucho.
Octubre me enseñó a sobrevivir, noviembre a sobrellevar la tormenta, diciembre a estallar contra lo que no quiero, enero a sufrir. Febrero me enseñó la oscuridad y marzo la luz. Abril me trajo visión y mayo sacrificio. Junio vino con confianza en mí misma y julio con el cielo despejado. Este agosto me ha regalado sabiduría sentimental y conocimiento en mí misma. Así que estoy tan llena de regalos del año pasado que esta vez no quiero nada de ti.
Bueno sí:
Quiero que caminemos juntos de la mano, que me recorras los labios con risas y Gintonics en Canterbury o en la Antigua, donde quieras, que llenes las calles del Tubo, que me pongas pelis antiguas con mi madre los domingos y no me hagas preocuparme por las calorías de las palomitas.
Quiero que me mojes el pelo con las primeras gotas del otoño, que pintes los árboles de mi calle y que cambies el armario conmigo.
Quiero que veas como pierdo el moreno, que elijas mi cambio de look, que escuchemos las canciones del verano y sonriamos con nostalgia mientras vemos las fotos de la playa.
Quiero que vengas a mi fiesta de cumpleaños porque esta vez sí vamos a celebrarlo. Tú y yo. Como siempre lo hemos hecho.
También quiero invitarte a mis primeros días de clase, que me arropes en las noches en las que empieza a hacer frío, que me obligues a llevar la chaqueta vaquera "por si refresca" y me ayudes a elegir si sandalia o botas para una tarde de helado.
Quiero que me des impulso y que me sonrías cuando me vaya.
Esta vez sí, septiembre. Te debo sonrisas que el año pasado no te dí, te debo alegría y ganas de perder el miedo.
Quiero que estés orgulloso de mí, que me veas con fuerza y que saltemos juntos al vacío de un nuevo curso que recorrer.
Esta vez sí.
Sabes que eres especial.
Bienvenido Septiembre.
Atentamente: una chica de septiembre
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