¡Hola amigüis!
¿Cómo va? Cuando os pregunto esto no es a modo introductorio, de verdad quiero saber qué tal os va.
Hoy vengo filosófica-motivada. Ahora entenderéis por qué.
Llevo un tiempo dándole vueltas a algo y os lo voy a contar. Total, si esto es parte de mi mente, lo que vengo a contaros no hace más que rondarme la cabeza últimamente. Es justo soltarlo.
Hace tiempo no me planteaba mi nivel de autoestima. Creí superado mi bajo autoamor hace unos cuantos años, pero llevo un tiempo sintiendo que hay algo que la está volviendo a bajar.
Y no, no es nada físico, aunque tengo mil defectos como todo el mundo.
Cuando hablo de inteligencia siempre hago la diferencia entre ser listo y ser inteligente. Por listo me refiero a aquellos que pueden almacenar gran contenido en su memoria. Que no es mi caso.
Y por inteligencia entiendo la capacidad de resolver, de desenvolverse en la vida, de avanzar.
Yo soy de las inteligentes a mi modo de verlo. Mi memoria es tan reducida que se me pueden olvidar las cosas de aquí a 3 minutos.
Y eso me frustra. Me frustra muchísimo.


Pero hoy me he despertado pensando en una teoría que recuerdo vagamente (a pesar de haberla estudiado hace menos de dos meses) y que me ha hecho sentirme mejor.
¿Conocéis las inteligencias múltiples?
Viene a dividir la inteligencia en un montón de trocitos para decirnos que todos conseguimos ser lo suficientemente listos en un aspecto u otro.
Inteligencia deportiva, creativa, de lenguaje, de pensamiento filosófico, matemática, de la música, del conocimiento de uno mismo o del trato con los demás...
En mi caso... quizá no soy un hacha en una en concreto, pero en este pensamiento he llegado a la conclusión de que soy buena en más de una y eso me ha hecho sentirme bien.
Continuamente catalogamos a la gente de listos y tontos sin detenernos a pensar en qué albergará su cerebro realmente, quizá seamos superdotados en comprendernos a nosotros mismos y tener una inteligencia emocional tan brutal que somos capaces de empatizar tanto con los demás que podemos sentir su pena y su alegría, o igual somos maravillosos en razonar más allá de lo que está escrito y llegamos a conclusiones tan elaboradas que muy pocos pueden comprender, y sin embargo, no seamos capaces de recordar en qué año fue la Tercera Guerra Mundial.
(No existe, era una pregunta trampa 😝)

El caso, y a donde quiero llegar, es que ya no me siento tan estúpida, ni tan tonta. Tengo tantas inteligencias desarrolladas que el no saber qué colores componen el arco-iris ya no me preocupa tanto.
Eso sí, no hay pregunta que más me jod* que me pregunten ‘¿enserio no sabes eso?’ Si no he respondido es porque no lo sé, no soy ni peor ni mejor que tú. Probablemente, yo también tenga muchas cosas que enseñarte.
Qué más da, chic@s, si sabéis más o sabéis menos. Todos tenemos algo en lo que destacamos, y eso nos hace únicos.
Sed felices.
BSTS
N MULTI-INTELIGENTE
PD:
-TRIKINI DE OYSHO
- RIÑONERA DE STRADIVARIUS (nueva temporada)
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