Me alegra saber que ahora respeto mis tiempos. En un mundo de redes sociales, de comunicación 24/7, de distancia 0 gracias al móvil, llegó un momento en mi vida en que me dedicaba por y para los demás sin respetar mis momentos, mis necesidades de silencio y de soledad. Creo que hasta me ahogaba de gente. Supongo que por los problemas que tuve que afrontar aproveché la situación para invitarme a parar y reflexionar. Asumamos que no somos superheroinas a tiempo completo, ni tenemos pilas de recarga constante. Asumamos que la vida es nuestra y no de los demás. El resto son luces que la hacen más o menos brillante, pero no tenemos por qué ser una luz permanente en la vida de los otros. No nos corresponde ni tenemos esa responsabilidad. Yo me la autoimpuse y salí perdiendo; la que se apagó fui yo. Ahora he aceptado que no estoy siempre, ni falta que hago, pero mi luz, las veces que se enciende, tiene fuerza para alumbrar la tuya un tiempo largo, para darte impulso y que tú no me necesites más en un buen rato. Me siento libre y creo que los que están a mi alrededor lo saben e incluso me quieren por eso. Ahora ya no pretendo ser la batería en constante funcionamiento de todos los que me rodean, solo pretendo estar cargada cuando realmente me necesitan.
He querido retomar de nuevo el blog porque me encuentro en un momento personal muy bueno, con cosas positivas que transmitir, con energía y con ganas. Tras unos meses de locura en los que el blog me ayudó a canalizar mis pasiones y a expresarme cuando más lo necesitaba, tuve que dejarlo apartado por un cúmulo de desórdenes en mi vida que no me dejaban tiempo ni ganas de prestarle atención.
Ahora, con todo en su sitio, puedo volver a daros la tabarra con mis looks, mis monólogos y mis viajes low cost que tanto me gustan.
Si queréis compartir esta nueva etapa conmigo, sois REALMENTE BIENVENIDOS a la Nerea 2.0.
Nos vemos pronto
BSTS
N.